Santa Cristina en Sepino y la noche de las campanas

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Campanas repicando toda la noche por Santa Cristina

Las fiestas patronales de los pueblos son siempre muy sentidas por la población. A veces llegan a ser tan grandes que atraen a visitantes y turistas incluso de municipios vecinos, cuando no de otras regiones, hasta el punto de traer de vuelta a los que nacieron allí pero viven en el extranjero.

Santa Cristina en Sepino es una de esas tradiciones. Celebración casi milenaria, iniciada en 1099, la presencia de Santa Cristina en Sepino se debe a dos peregrinos que llegaron aquí con las reliquias de la Santa. Se dirigían a Tierra Santa y, recorriendo la Vía Francígena, llegaron a Bolsena, donde se sentía el culto hacia Cristina. Se acercaron a la tumba y empezaron a desear robar su cuerpo. Se dirigieron entonces a Apulia para embarcarse, pero no salía ningún barco. Por ello se vieron obligados a dar media vuelta, llegando, por casualidad, a Sepino. Desde aquí ya no pudieron mover la alforja con las reliquias hasta que la población juró dedicar tres fiestas a la Santa.

Sólo entonces fue posible trasladar el cuerpo a la iglesia, el 10 de enero de 1099. Posteriormente, las reliquias fueron donadas al obispo de Palermo y sólo el brazo permaneció en Sepino.

La Noche de las Campanas

Los primeros días del año en Sepino están muy ocupados con los preparativos, ya que la fiesta, que se celebra los días 9 y 10 de enero, tiene un programa muy completo.

Comienza con el regalo de un«cartoccio»(una bolsa de caramelos) y una vela por parte de la administración a todos los niños y niñas. A continuación, nos dirigimos a la iglesia para los oficios religiosos, donde se expone la reliquia de Santa Cristina. Después tiene lugar el sorteo para establecer los turnos de quienes, a lo largo de la noche, se turnarán en el campanario para tocar manualmente las campanas. Este sorteo también sirve para definir los grupos que portarán la estatua y el palio durante las procesiones.

Las campanas comienzan su danza y los repiques resuenan durante toda la noche en las callejuelas y el campo circundante.

El 10 de enero es la fiesta principal llamada«intratio», durante la cual se conmemora el traslado del cuerpo desde el hospicio de San Nicolás a la Iglesia del Santo Salvador. En este día, para los que se confiesan, hay unaindulgencia parcial que fue concedida por el Papa Clemente XII. Al final de la celebración se celebra una procesión hasta el barrio de Canala.